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14/Oct/2025

La hiperactividad en la infancia es una preocupación creciente para muchas familias. Tal vez hayas escuchado que ciertos alimentos “provocan” hiperactividad, pero ¿qué hay de cierto en esto?

La respuesta no es sencilla: la alimentación sí puede influir en el comportamiento, especialmente en algunas criaturas más sensibles. El TDAH y los comportamientos hiperactivos tienen múltiples causas: genéticas, neurológicas y ambientales. Sin embargo, la dieta puede agravar o aliviar los síntomas en algunas personas.

Por eso, no se trata de culpar a los alimentos ni de eliminar todos los productos procesados de la despensa de golpe. La clave está en observar cómo reacciona tu hijo o hija y tomar decisiones conscientes.

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Azúcar: energía rápida que puede desbordar

Los azúcares refinados, presentes en refrescos, golosinas, galletas y postres industriales, generan picos rápidos de glucosa en la sangre. Esto puede dar un aumento de energía que luego cae bruscamente, provocando irritabilidad, ansiedad y, en algunos casos, comportamiento inquieto y alteraciones del estado de ánimo.

No todos las reacciones son iguales, pero muchos progenitores notan que reducir los dulces ayuda a mejorar la concentración y el ánimo. La OMS recomienda un máximo de 30 gramos diarios de azúcar en la infancia. Siendo ya mucho,  en la actualidad, muchos niños y niñas superan esta ingesta y así se generan otros problemas de salud como sobrepeso, obesidad, diabetes, dolencias cardiovasculares, alteraciones del sistema inmune y caries.

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Colorantes artificiales: más que color en los alimentos

Los colorantes como el amarillo 5 o tartrazina (en snacks, patatas fritas, gelatinas, caramelos, refrescos, pastas, fideos, sopas instantáneas y también en medicamentos), rojo 40 (en dulces, aperitivos, cereales, salsas, bebidas, snacks… y en medicamentos infantiles) o azul 1 (en bebidas, gaseosas, golosinas, chicles, helados, pastelería, queso azul, yogures y en algunas salsas… también en tatuajes) . Todos se encuentran en muchos productos que, visualmente, llaman la atención. Estudios como el de Southampton (Reino Unido, 2007) muestran que ciertos niños y niñas son sensibles a estos aditivos, con un aumento de la hiperactividad cuando los consumen.

No significa que siempre reaccionen, pero para quienes son sensibles, leer etiquetas y elegir alimentos sin colorantes artificiales puede marcar una gran diferencia.

E102, Amarillo 5 o tartrazina: reacciones alérgicas, migrañas, erupciones cutáneas, dermatitis, asma… y hasta efectos mutagénicos (cancerígenos, alteraciones del ADN…)

E129 o Rojo 40: altera la composición de la microbiota, pudiendo causar inflamación y alteración del  estado de ánimo, reacciones alérgicas -asma, eccema- y es posible carcinógeno -cáncer de vejiga en ratones.

E133, Azul 1 o Azul Brillante: puede liberar histamina en grandes dosis o, en personas sensibles producir urticaria e insomnio. En ratones se ha comprobado que produce tumores renales.

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Conservantes: atención a lo invisible

Los conservantes como los benzoatos (E210, E211 , E212, E 213, E215, E216, E217, E218 y E219) y nitratos (E250, E251 y E252) se usan para prolongar la vida útil de embutidos, snacks, comidas preparadas, refrescos, aceitunas, latas de marisco, frutas en almíbar... Investigaciones indican que pueden interferir con neurotransmisores en el cerebro infantil, contribuyendo a la impulsividad y a la dificultad para concentrarse.  También pueden ocasionar reacciones alérgicas, alteraciones neurológicas, daños hepáticos…

Al reducir estos productos y optar por alimentos frescos, pueden observarse cambios positivos en el comportamiento.

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Cafeína y bebidas energéticas

Algunos menores consumen cafeína mediante refrescos, chocolate o incluso té. La cafeína es un estimulante que puede aumentar la inquietud, la ansiedad y la dificultad para concentrarse. Esta sustancia está también presente en las bebidas energéticas. Limitar su consumo en niños, niñas y adolescentes sensibles es una medida sencilla y efectiva.

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Grasas trans y ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados, ricos en grasas trans y aceites refinados, no solo afectan la salud física, sino también el comportamiento y el desarrollo neurológico. Galletas industriales, bollería y snacks pueden influir en la capacidad de regular emociones y en la  atención.

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Sensibilidades individuales: lácteos, gluten y edulcorantes

Algunos menores tienen intolerancias o sensibilidades que agravan los síntomas de hiperactividad. Los productos lácteos, el gluten o los edulcorantes artificiales como el aspartamo (en chicles, golosinas…) pueden generarles nerviosismo, irritabilidad o dificultades de concentración.

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Qué alimentos favorecen la calma y la concentración

En cambio, ciertos alimentos y nutrientes parecen favorecer la atención y regular la conducta:

  • Ácidos grasos omega-3 (pescado azul -preferible de pequeño tamaño-, semillas de chía, nueces)

  • Proteínas de calidad (huevos, pescado, carne de pasto, legumbres)

  • Frutas y verduras frescas

  • Cereales integrales

  • Minerales y vitaminas (magnesio, zinc, hierro y vitaminas del grupo B)

Estas elecciones ayudan a estabilizar la energía, mejorar el ánimo y favorecer la concentración.

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Consejos prácticos

  1. Observa cómo reacciona tu hija/o a ciertos alimentos y aditivos.

  2. Reduce gradualmente los productos ultraprocesados y ricos en colorantes o conservantes.

  3. Sustituye azúcares refinados por frutas frescas y snacks naturales.

  4. Introduce alimentos ricos en omega-3 y proteínas de calidad.

  5. Mantén horarios de comida regulares para estabilizar la glucemia.

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Alimentos que favorecen la calma y la concentración

En cambio, ciertos alimentos y nutrientes parecen favorecer la atención y regular la conducta:

  • Ácidos grasos omega-3 (pescado azul, semillas de chía, nueces)

  • Proteínas de calidad (huevos, pescado, legumbres)

  • Frutas y verduras frescas

  • Cereales integrales

  • Minerales y vitaminas (magnesio, zinc, hierro y vitaminas del grupo B)

Estas elecciones ayudan a estabilizar la energía, mejorar el ánimo y favorecer la concentración.

Proporcionar una alimentación saludable ayuda a criar niñas y niños más atentos y con mayor capacidad de gestión emocional. Puedo ofrecerte pautas alimentarias, directrices para aumentar su inmunidad y mejorar su potencial, todo ello  basado en los principios de la salud integrativa. Lo mismo a ti, padre o madre que te interesas por estos temas. Sabemos la importancia que tiene para todos sus integrantes cultivar un entorno familiar sano.

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Fuentes
  • Nigg JT, et al. Meta-analysis of artificial food colors and attention-deficit/hyperactivity disorder. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 2012;51(1):86–97.

  • McCann D, et al. Food additives and hyperactive behaviour in 3-year-old and 8/9-year-old children in the community: a randomised, double-blinded, placebo-controlled trial. Lancet. 2007;370:1560–1567.

  • EFSA Panel on Food Additives and Flavourings. Scientific Opinion on the re-evaluation of certain food colours. EFSA Journal. 2021;19(5):6567.

  • OEHHA, California Office of Environmental Health Hazard Assessment. Health effects assessment for artificial food colors. 2021.

  • Wolraich ML, et al. Effects of diets high in sugar and artificial food colors on children’s behavior. Pediatrics. 2010;126:921–929.

  • Efectos sobre la reparación del ADN en linfocitos humanos expuestos al colorante alimentario amarillo de tartrazina – PubMed 
  • El colorante alimentario sintético, Red 40, causa daño en el ADN, causa inflamación del colon e impacta el microbioma en ratones – PMC
  • Cómo se obtienen los aditivos, dónde se encuentran y qué pueden causar en tu salud https://www.aditivos-alimentarios.com/

Bacteroides.jpg
14/Oct/2025

Los miles de millones de bacterias que habitan en el intestino pueden ayudar a regular todo el organismo, desde la capacidad de digerir los alimentos hasta el funcionamiento del sistema inmunológico. Pero la ciencia sabe muy poco aún de cómo ese sistema, conocido como  microbioma, cambia con el tiempo, o incluso de cómo es un microbioma «normal». Actualmente, los estudios sobre las bacterias intestinales de miles de personas en todo el mundo han llegado a una conclusión: El microbioma es un reloj biológico sorprendentemente preciso, capaz de predecir la edad biológica de la mayoría de las personas.

Para descubrir cómo cambia el microbioma con el tiempo, el investigador de longevidad Alex Zhavoronkov y sus colegas de InSilico Medicine, una nueva empresa de inteligencia artificial con sede en Rockville, Maryland, examinaron más de 3600 muestras de bacterias intestinales de 1165 individuos sanos que viven en todo el mundo. De las muestras, alrededor de un tercio eran de personas de 20 a 39 años, otro tercio de personas de 40 a 59 años y el último tercio de personas de 60 a 90 años.

Los científicos entonces utilizaron el aprendizaje automático para analizar los datos. Primero, entrenaron su programa de computadora -un algoritmo de aprendizaje profundo modelado vagamente sobre cómo funcionan las neuronas en el cerebro- en 95 especies diferentes de bacterias del 90% de las muestras, junto con las edades de las personas de las que provenían. Luego, pidieron al algoritmo que predijera las edades de las personas que proporcionaron el 10% restante. Su programa fue capaz de predecir con precisión la edad de alguien dentro de los 4 años, informan en el servidor de preimpresión bioRxiv. De las 95 especies de bacterias, 39 fueron las más importantes para predecir la edad.

Zhavoronkov y sus colegas encontraron que algunos microbios se volvieron más abundantes a medida que la gente envejecía, como Eubacterium hallii, que se cree que es importante para el metabolismo en los intestinos. Otros disminuyeron, como Bacteroides vulgatus, que se ha relacionado con la colitis ulcerosa, un tipo de inflamación en el tracto digestivo. Los cambios en la dieta, los hábitos de sueño y la actividad física probablemente contribuyan a estos cambios en las especies bacterianas, dice el coautor Vadim Gladyshev, un biólogo de la Universidad de Harvard que estudia el envejecimiento.

Zhavoronkov dice que este «reloj de envejecimiento microbiano» podría ser usado como una línea de base para probar qué tan rápido o lento está envejeciendo el intestino de una persona y si cosas como el alcohol, los antibióticos, los probióticos o la dieta tienen algún efecto sobre la longevidad. También se podría utilizar para comparar a las personas sanas con las que tienen ciertas enfermedades, como el Alzheimer, para ver si sus microbios se desvían de la norma.

Si la idea es validada, se uniría a otros biomarcadores que los científicos usan para predecir la edad biológica, incluyendo la longitud de los telómeros -las puntas de los cromosomas implicados en el envejecimiento- y los cambios en la expresión del ADN durante la vida de una persona. Combinar el nuevo reloj de envejecimiento con estos otros podría dar una imagen mucho más precisa de la verdadera edad biológica y la salud de una persona. También podría ayudar a los investigadores a probar mejor si ciertas intervenciones -incluyendo medicamentos y otros tratamientos- tienen algún efecto en el proceso de envejecimiento. «No es necesario esperar a que la gente muera para realizar experimentos de longevidad», dice Zhavoronkov.

La idea de que se puede predecir la edad de una persona basándose en su microbioma intestinal es «muy plausible» y de «tremendo interés» para los científicos que estudian el envejecimiento, dice el informático e investigador de microbios Robin Knight, director del Centro para la Innovación en Microbiomas de la Universidad de California en San Diego. Su grupo está analizando 15.000 muestras del American Gut Project, un estudio microbiológico mundial que él mismo fundó, para desarrollar predictores de edad similares.

Pero uno de los desafíos de desarrollar tal reloj, agrega, es que hay enormes diferencias en las que las bacterias están presentes en las tripas de las personas de todo el mundo. «Es extremadamente importante replicar este tipo de estudios con poblaciones marcadamente diferentes» para averiguar si hay signos distintos de envejecimiento en diferentes grupos de personas, dice Knight.

Dice que tampoco se sabe si los cambios en el microbioma hacen que las personas envejezcan más rápidamente, o si los cambios son simplemente un efecto secundario del envejecimiento. InSilico Medicine está construyendo varios relojes de envejecimiento basados en el aprendizaje automático que podría combinarse con el microbiano. «La edad es un parámetro muy importante en todo tipo de enfermedades», dice Zhavoronkov. «Cada segundo cambiamos».

 

https://www.sciencemag.org/news/2019/01/bacteria-your-gut-may-reveal-your-true-age


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