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Etimológicamente «kinesiología” viene del griego kinesis = movimiento y logos = tratado, es decir, es la ciencia o estudio del movimiento, pero esta definición no aclara la realidad de la Kinesiología actual.
Para la Kinesiología el cuerpo humano expresa constantemente de manera externa lo que le sucede a nivel interno y esto puede medirse y evaluarse mediante el Test Muscular. Así, una dolencia o un desequilibrio físico, mental, emocional o bioquímico se muestra en el organismo como una debilidad o desequilibrio de un órgano o función, y necesariamente, tiene repercusiones sobre el tono muscular correspondiente. Y, a la inversa, identificar una debilidad muscular específica y corregirla tiene repercusión sobre todo el organismo, ya que se considera al ser humano de manera holística.
La Kinesiología utiliza test musculares específicos, mudras (posiciones de las manos) y el lenguaje corporal como puentes de comunicación para descubrir los desequilibrios energéticos, integrarlos y corregirlos. Se establece un diálogo cuerpo/mente para hallar la causa de un problema o bloqueo, que puede ser físico, mental, emocional, bioquímico o energético. Mediante ese diálogo podemos saber qué necesidades tiene el cuerpo y cómo corregirlas o balancearlas, ya que se accede a todo un archivo de información o memorias conscientes e inconscientes.
La Kinesiología combina técnicas occidentales (barómetro emocional, PNL, liberación de creencias,…) y orientales (meridianos de acupuntura, 5 elementos, chakras…) y es una herramienta de liberación, de cambio y desarrollo personal.