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La Biorresonancia es un sistema de terapia para regular un ser vivo por medio de sus propias ondas electromagnéticas. Está basada en la Biomecánica Cuántica (Max Planck), la cual establece el principio de dualidad materia-energía y que todos los seres vivos están compuestos por campos electromagnéticos y que todo proceso bioquímico está precedido por vibraciones y partículas subatómicas que dictan la conducta fisiológica individual. Dichas oscilaciones pueden ser captadas por un dispositivo de Biorresonancia, de la misma forma en que una radio puede captar diferentes frecuencias.
Para tal efecto, el dispositivo de Biorresonancia utiliza electrodos o sensores en contacto con la persona para establecer una comunicación continua y directa en forma de circuito cerrado. Los equipos están calibrados con el campo magnético terrestre, transmiten íntegra y perfectamente las oscilaciones fisiológicas del organismo. Estas oscilaciones pueden verse interferidas por la presencia de oscilaciones patológicas causadas por bacterias, virus, hongos, parásitos, metales pesados, toxinas, estados emocionales, predisposición, herencia genética, etc. El resultado es una alteración en la frecuencia, amplitud, intervalos, etc. y una disfunción de los procesos bioquímicos.
Los aparatos y sistemas de biorresonancia con los que trabajo (Quantum – SCIO y ColorLab – Supertuning) permiten captar las fluctuaciones y analizar los desequilibrios que sufre el organismo por diferentes circunstancias de vida. Una vez procesados estos desbalances, se genera una terapia personalizada que usa la energía propia para producir ondas opuestas a las oscilaciones del organismo.
Debe tenerse en cuenta que hablamos de diagnósticos energéticos y no médicos.
La finalidad de los tratamientos es eliminar obstáculos y activar las fuerzas autorreguladoras y autocurativas sin perder de vista lo holístico, la totalidad que somos las personas.
“Todo es Vibración, todo en el universo está en movimiento, nada está en reposo, desde lo más sutil a lo más denso, ya sea materia o energía, sólo depende de la frecuencia de vibración; y entre los dos polos hay miles y miles, millones y millones de grados de vibración; esto se produce a todos los niveles, ya sea físico, emocional, mental, o espiritual. Aportando la vibración adecuada podemos llegar a producir una resonancia armónica y devolver el equilibrio a un sistema. El secreto es encontrar esa frecuencia adecuada portadora de la información, un medicamento, una palabra, una longitud de onda…, capaces de producir el cambio”.
Dra. Inmaculada Nogués
“Detrás de la Bioquímica y la Biofísica, como una invisible trama, el tejido de la Consciencia hace de nosotros la Humanidad. Energías sutiles traduciendo sentimientos y pensamientos en movimientos tangibles, vibraciones resonantes sosteniendo la conectividad, vórtices de energía precipitándose en glándulas y hormonas: la sintonía de la vida, materia, energía, información, conciencia, armónicos de la misma nota fundamental: Dios en el templo de nuestro cuerpo”.
Dr. Jorge Carvajal
