La acupuntura es una técnica curativa milenaria que forma parte de la Medicina Tradicional China (MTC). Consiste en la inserción de finas agujas en puntos específicos del cuerpo para tonificarlos o dispersarlos (estimular o sedar). El objetivo de esta práctica es que la persona equilibre su energía interna o Chi, a fin de mejorar su salud.

La energía fluye a través de unos circuitos establecidos o meridianos. Una buena circulación energética permite al organismo superar desequilibrios y bloqueos de energía que pueden manifestarse como dolores, desequilibrios o enfermedades.

La acupuntura no es dolorosa, se utilizan distintos tipos de agujas según la zona a tratar y, además, existen diversas técnicas para el tratamiento sin inserción de agujas, que son igualmente eficaces.

La MTC  es una medicina holística, es decir, puede tratar, por ejemplo, la alteración de un órgano en particular, pero tiene en consideración el origen de la dolencia, ‘que se manifiesta por una alteración energética’, y trata de restablecer el equilibrio perdido de manera integral. Además, pueden hacerse tratamientos preventivos. Aunque la persona no manifieste ninguna enfermedad concreta, le ayuda a mantener la calidad de vida.

Los 5 elementos

Desde  la Medicina Tradicional China, la Naturaleza se fundamenta en 5 elementos o movimientos vitales: Agua, Madera, Fuego, Tierra y Metal que se generan unos a otros, se modulan y también se destruyen. A cada movimiento le corresponden unos meridianos energéticos, como vemos en la figura. También un sabor, una estación, una emoción…

Yin y yang

El Yin y el Yang son dos conceptos del taoísmo que exponen la dualidad de todo lo existente en el Universo.  Son energías opuestas que se necesitan, se complementan y son interdependientes. De la existencia de uno depende la existencia del otro, a la noche le sigue el día y al día la noche.  A su vez, el yin y el yang pueden subdividirse: algo puede ser caliente –yang– o frío –yin–, pero puede arder o estar templado. Lo frío, por su parte, puede ser fresco o helado. Están en un equilibrio dinámico: cuando uno aumenta el otro disminuye. Se consumen y generan al mismo tiempo y el desequilibrio es algo circunstancial que lleva a la trasformación. Por ejemplo, el exceso de vapor en las nubes –yin– provoca la lluvia –yang–. Al invierno –yin-yin– le sigue la primavera -yin-yang- y luego al verano –yang-yang– le sigue el otoño –yang-yin–. En el yang hay yin. En el yin hay yang: una semilla enterrada soporta el invierno, nace en primavera y da fruto en verano.

De la misma manera, cada persona está gobernada por estas fuerzas opuestas, pero complementarias. Cuerpo, mente y emociones están sometidos a las influencias del ying y el yang. Un desequilibrio entre estas dos fuerzas opuestas da como resultado una alteración de salud. Nada es estático, sino dinámico y está en permanente cambio.

La acupuntura sirve para el tratamiento de cualquier desequilibrio físico, mental o emocional. En mi consulta la complemento con Homeopatía y Auriculoterapia.