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ARTÍCULOS

16/Sep/2024


16/Sep/2024

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El zinc es un oligoelemento esencial para la salud humana que desempeña importantes funciones en el organismo. Es necesario para la actividad de más de 300 enzimas tanto en el metabolismo, la digestión, la función nerviosa y muchos otros procesos. Es catalizador de enzimas, hormonas y es un nutriente imprescindible para la regeneración de los tejidos celulares y para la síntesis del ADN. El zinc es un nutriente esencial, es decir, nuestro cuerpo no lo puede fabricar, por ello es imprescindible incorporarlo adecuadamente en la dieta.

Algunos de los beneficios del zinc incluyen:

  1. Apoyo al sistema inmunológico: el zinc es importante para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, ayudando a combatir infecciones y enfermedades. Muy recomendable en enfermedades degenerativas.
  2. Contribución al crecimiento y desarrollo: el zinc es esencial para el crecimiento y desarrollo adecuados, especialmente en la infancia. Fortalece los huesos y previene la degeneración ósea.
  3. Mantenimiento de la salud de la piel y el cabello: el zinc es necesario para la producción de colágeno y la cicatrización de heridas, lo que ayuda a mantener la piel, las uñas y el cabello saludables. Evita el envejecimiento prematuro.
  4. Mejora de la función cognitiva: el zinc es importante para la función cognitiva normal, incluyendo la memoria y el aprendizaje.
  5. Ayuda en la producción de hormonas: el zinc es necesario para la producción y regulación de algunas hormonas tanto en hombres como en mujeres, incluyendo estrógenos, testosterona y la hormona del crecimiento. Participa en la síntesis de insulina.
  6. Protección de la salud ocular: el zinc es esencial para la salud ocular, especialmente en lo que se refiere a la prevención de la degeneración macular.
  7. Limpia y desobstruye las arterias, favorece el flujo sanguíneo y ayuda en la regulación de la tensión arterial.
  8. Recomendable en el embarazo y la lactancia: promueve el crecimiento normal del feto y el buen desarrollo del bebé.

 

Fuentes principales de zinc

Los alimentos ricos en zinc incluyen carne (vacuno, cordero, pollo), pescado (sardinas, lenguado, salmón) y marisco (ostras, almejas, cangrejo), frutos secos (nueces, anacardos, almendras) y semillas (sésamo, calabaza, sandía, chía, cáñamo), legumbres (garbanzos, lentejas, cacahuetes, guisantes), cereales (arroz integral, avena, quinoa), huevos (mejor ecológicos), chocolate puro (sin azúcares ni leche), vegetales (col rizada, champiñones, espárragos, perejil, espinacas, dátiles) y lácteos (queso, yogur). Las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana pueden necesitar un suplemento de zinc para asegurarse de obtener suficiente cantidad de este mineral esencial.

 

Aurora JuliàNaturópata y Homeópata – Abadiño

94 620 42 18, también consultas online


16/Sep/2024

Algunas personas creen que si se están en tratamiento con medicamentos de la medicina convencional o visitan a especialistas no pueden tomar homeopatía. Piensan que un tratamiento excluye al otro. Nada más lejos de la realidad. No solo ambas opciones no se excluyen, sino que se complementan. En esos casos, la homeopatía va como anillo al dedo.

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La homeopatía puede utilizarse como tratamiento único y, por supuesto, también combinarse con los tratamientos médicos convencionales para aliviar los síntomas de una enfermedad o trastorno de salud.
La homeopatía puede ser útil para mejorar la calidad de vida de las personas enfermas, potenciar los efectos beneficiosos de los tratamientos convencionales y reducir el impacto de sus efectos secundarios.

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Aurora Julià – Naturópata y Homeópata – Abadiño (Bizkaia)
También consultas on-line

 


16/Sep/2024

El síntoma es una señal, una luz de advertencia de que algo no anda bien en nuestro organismo. Podríamos hacer una comparación con la luz roja del aceite que se enciende en el salpicadero del coche. Aunque apaguemos la luz desenroscando la lámpara, esta acción no resolverá el problema. Así, un antipirético bajará la fiebre pero no solucionará la infección. Un antiálgico reducirá el dolor pero no curará la artritis…
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El ser humano ha sobrevivido miles de años debido a sus increíbles capacidades adaptativas, y una de las formas de hacerlo es a través de la creación de síntomas. Nuestros síntomas son avisos que no debemos tapar ni esconder, sino atender y aprender a descifrar. Ir a la causa profunda, a los fundamentos, para verdaderamente sanar.
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En eso, como terapeuta homeópata con amplia experiencia en medicina natural, te puedo ayudar y mucho. La homeopatía y la naturopatía holística tratan a la persona como un todo; tiene en cuenta el organismo y su medio, las circunstancias personales, el historial médico y la historia particular, bajo la óptica de las leyes de salud natural; y toma en consideración signos y síntomas, pero el tratamiento no barre debajo de la alfombra sino que trata de reequilibrar la homeostasis para recuperar la salud desde la semilla, desde el origen. No se queda en la punta del iceberg, sino que bucea en el fondo del océano, buscando lo subjetivo de la dolencia, que en algunas ocasiones puede ser tan importante como lo objetivo.
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Aurora Julià – Naturópata y Homeópata – Abadiño


16/Sep/2024

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👉 Millones de personas en el mundo se tratan con homeopatía por su eficacia y seguridad

👉 Productos de origen natural: vegetal (65%), mineral o animal

👉 Imposible que cause ningún daño:

  • Sin efectos secundarios
  • Sin contraindicaciones

 

👉 Apta para todo tipo de personas en cualquier etapa vital:

  • En el embarazo
  • Lactantes
  • En la infancia
  • En la vejez
  • Con diabetes, enfermedades degenerativas, autoinmunes…
  • Con tratamiento farmacológico

 

Aurora Julià – Homeópata – Abadiño


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16/Sep/2024

Artículo del Profesor George Vithoulkas ingeniero y homeópata, quien fue galardonado con el  Premio Nobel Alternativo en 1996.

Este breve tratado aborda una cuestión filosófica sobre el lugar de la homeopatía en nuestro mundo moderno. La pregunta que se plantea es si un sistema terapéutico tan pacífico, suave y no violento como la homeopatía puede sobrevivir y crecer dentro de una sociedad que a menudo muestra las características opuestas.

Gran parte de la sociedad contemporánea está más interesada en curas rápidas e impactantes, aunque éstas también puedan tener efectos secundarios; mientras que la homeopatía puede ofrecer soluciones con un enfoque personalizado que requiere largas horas de estudio de casos por parte del homeópata para encontrar el remedio personal correcto que tiene por objeto obtener resultados positivos, que la terapia puede producir en enfermedades crónicas profundas.

La conclusión a la que se llega es que la homeopatía no encaja fácilmente en una sociedad moderna y violenta que prefiere soluciones rápidas e invasivas a sus problemas clínicos.

 

Palabras clave

Homeopatía - sociedad - violencia - agresión - tratamiento personalizado

El título de este artículo es una pregunta legítima que ha estado torturando mi mente durante casi tres décadas y me ha estado preocupando cada vez más recientemente. Su respuesta es crucial para mí y para mis estudiantes, que han estado aplicando este enfoque terapéutico. A pesar de que el potencial terapéutico de la homeopatía ha sido evidente para millones de pacientes y para muchos miles de médicos homeópatas, y a pesar de numerosos casos crónicos incurables publicados en revistas médicas,[1] [2] [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9] [10] [11] [12] [13] [14] [15] todavía tenemos un largo camino por recorrer antes de que la homeopatía se convierta en una especialidad médica reconocida. No está claro si la homeopatía podrá ocupar el lugar que le corresponde en el campo de la medicina general.

 

Es una extraña paradoja que, a pesar de la evidencia de que la homeopatía clásica puede tratar con éxito las condiciones crónicas que se consideran incurables con la medicina convencional, la homeopatía sigue siendo un tema intocable para la mayoría de las autoridades médicas. Si en la medicina convencional se encontrara una cura para una condición crónica previamente incurable, tal descubrimiento aparecería en los titulares de las noticias mundiales; pero los informes de las correspondientes curas homeopáticas se encuentran con un silencio total! He intentado pensar en lo que ha sucedido con la homeopatía y por qué sus sorprendentes efectos no son apreciados tanto como se merecen.

 

La homeopatía es un sistema terapéutico que tiene como objetivo restablecer el equilibrio mental, emocional y físico del cuerpo. Es un sistema terapéutico muy «pacífico», que ha existido durante dos siglos con un impresionante historial de curas, y sin embargo ha permanecido en un segundo plano todo ese tiempo. Para tratar de dar una explicación de la paradoja, empezaré con un ejemplo de la práctica clínica diaria.

 

Un paciente estresado, deprimido, inseguro, irritado y problemático, que está bajo la presión de las dificultades diarias y que sufre también de una multitud de molestias y dolores físicos, busca la ayuda de la homeopatía. El homeópata investigará las condiciones que provocaron tal desequilibrio y, a veces después de horas de meticulosa investigación y estudio del caso, tratará de encontrar la sustancia correcta -un remedio personal- para que esta persona se «reponga»[16] y pueda volver a un estado saludable. Una vez que se ha tomado este remedio personal, la salud del paciente se restablece, con un equilibrio general y una sensación de bienestar.

 

 

La preocupación es cuánto tiempo puede durar este equilibrio físico, emocional y mental [17] en un paciente sensible cuando vive en un mundo tan abiertamente influenciado por la violencia y la agresión. ¿Cuánto tiempo puede el sistema inmunológico, la defensa interna del organismo, mantenerse en equilibrio en medio de una atmósfera contaminada, con alimentos llenos de productos químicos, y encima viviendo en una vorágine de la despiadada competencia y la agresión tan frecuentes en la sociedad? La experiencia ha demostrado que el equilibrio restaurado no se mantendrá por mucho tiempo: bajo tales tensiones el paciente sensible comenzará a sentirse mal una vez más. El problema es que una vez que un organismo vuelve a un estado de equilibrio, es mucho más vulnerable al estrés que un organismo ya comprometido.

 

En muchos casos, el paciente no volverá a la homeopatía, pensando que la cura debería haber durado para siempre. El hecho es que los pacientes que viven en la sociedad moderna tienen que enfrentar muchos obstáculos para su salud. La sociedad moderna que hemos creado incita a la gente a una agresión cada vez mayor. La acumulación de posesiones materiales por encima de todo, a veces tomando la forma de un comportamiento inhumano, es una práctica normal. La meritocracia ha desaparecido hace tiempo de la conciencia colectiva, mientras que la toma del poder por cualquier medio es la norma aceptada. Todas estas condiciones crean barreras para la salud de las personas a través de la ansiedad, fobias y depresión.

 

Quienes buscan y promueven el avance espiritual para sí mismos y para la sociedad, rehusando comprometer su propia conciencia y ética moral, son considerados hoy en día como una minoría escasa y débil. Sólo unos pocos de esos individuos se encuentran entre diferentes grupos de civiles -por ejemplo, entre científicos, artistas, médicos homeópatas, trabajadores sociales, religiosos o buscadores espirituales- pero todas esas personas están marginadas debido a su temperamento pacífico o los que siguen luchando estarán agotados, ya que la mayoría de la sociedad está tan imbuida de violencia y corrupción que anula casi automáticamente cualquier esfuerzo de cambio por parte de pequeños grupos que buscan la paz y la justicia. Sin embargo, son esos grupos los que merecen y aprecian la atención proporcionada por esta terapia pacífica. Esas personas, a pesar de ser pilares de la sociedad, se sienten impotentes para imponer un sistema de terapia que les ha servido tan bien y tan eficientemente.

 

La violencia, en todas sus formas -entre Estados, entre naciones, entre grupos terroristas, por cualquiera que posea algún poder sobre los grupos más vulnerables- prevalece en el mundo actual. Por lo tanto, es interesante que la medicina convencional, con su enfoque generalmente invasivo, encaja tan bien con la mentalidad de la sociedad actual y, por lo tanto, domina el sector sanitario contemporáneo. Para desarrollar la pregunta original de este artículo: en una sociedad así, ¿es posible que la homeopatía -un sistema terapéutico no violento que trata de restaurar la paz y el equilibrio interiores- pueda sobrevivir y crecer?

 

A menos que una persona, especialmente la más perspicaz, sea capaz de oponer una resistencia notable a las tendencias generales de corrupción y agresión, le resultará extremadamente difícil mantener su equilibrio emocional y mental. Vivir en entornos donde prevalecen la corrupción y el interés propio puede llevar a las personas sensibles, con el fin de sobrevivir, a comprometer su conciencia y su propia ética moral. Como resultado, tal comportamiento los hace profundamente enfermos al comienzo de sus esfuerzos. En esas condiciones es difícil para una persona frágil mantener su salud y permanecer bien durante mucho tiempo, incluso bajo los mejores cuidados homeopáticos.

Es bastante lógico concluir que la homeopatía no es un enfoque terapéutico adecuado para una sociedad moderna «desarrollada», que nunca se practicará ampliamente en nuestro mundo contemporáneo y que nunca será realmente adoptada por las escuelas de medicina, a excepción de unas pocas instituciones médicas de vanguardia que tienen un liderazgo visionario. Por eso siempre he mantenido que la medicina convencional en el mundo desarrollado no debe temer que la homeopatía invada su espacio.

La homeopatía se ha ganado, y seguirá ganándose, la aprobación de sólo aquellos pocos practicantes con altos ideales que todavía creen en una sociedad libre y justa -una sociedad ideal- que puede surgir después de mucho tiempo y mucho sufrimiento. No se dará cabida a una forma suave de práctica médica para que prospere en el mundo de mañana, a menos que y hasta que los días de constante asalto a los valores morales queden confinados al pasado. Pero, siendo realistas, ¿eso sucederá?

Mi sensación es que, incluso si mañana surgiera un profeta con cualidades y poder extraordinarios, que incitara a las masas a ayudar a eliminar la violencia y la corrupción y a lograr la paz y la justicia en la Tierra, ¿cuál sería el escenario más probable? ¡Nuestra sociedad moderna mataría al profeta!

 

References

 

https://www.thieme-connect.com/products/ejournals/abstract/10.1055/s-0040-1710020?fbclid=IwAR3v76QAUwHL2d5J7W6P7IuoJmUtim9Hpy-9q7RqhvteIUMOpjq8bTxFOLI

 

 

 


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16/Sep/2024

Una compañía alemana de seguros de salud, tras 4 años de investigación, concluyó, después de observar los datos sobre 5292 pacientes tratados con acupuntura y otros 933 con homeopatía, que:
 
1. Hay evidencia de un beneficio subjetivo para los pacientes que reciben tratamiento con acupuntura y homeopatía.
2. Esto puede explicar el aumento de la demanda de estos tratamientos, especialmente cuando los pacientes tienen enfermedades crónicas y se sienten insatisfechos con el tratamiento convencional.
 
3. Que tras el tratamiento se dio un menor absentismo laboral.
 
En Alemania, las compañías de seguros de salud pueden pagar terapias no convencionales como la acupuntura y la homeopatía dentro de los llamados ‘proyectos modelo’.
 
Los síntomas y quejas tratados con mayor frecuencia con homeopatía se referían al sistema respiratorio (16%) y los problemas la piel –enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo-, principalmente dermatitis (19%). Con menos frecuencia, se trataron dolor de espalda (7%) y dolor de cabeza (10%). De los pacientes tratados con homeopatía, el 65% afirmó haber recibido tratamiento convencional y el 29% había visitado a más de 4 médicos con anterioridad.
 
Según el diagnóstico médico, el 70% de las afecciones fueron clasificadas como crónicas (que duran más de 6 meses) y el 30% como graves.
 
Durante el tiempo de seguimiento, el 39% de los pacientes con homeopatía se sintieron mucho mejor y el 38% se sintió mejor, (es decir un 77 % de los pacientes mejoró) el 17% pensó que los síntomas no habían cambiado y el 2% informó un deterioro de los síntomas.
 
En promedio, fueron necesarias 10 sesiones de acupuntura o 3 sesiones de homeopatía para lograr los efectos estables durante cuatro años que duro el estudio.
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Fuente:
https://bmcpublichealth.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2458-4-6

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